El autocuidado es definido por muchos especialistas como la destreza de manejar efectivamente el interés y apreciación por el propio ser. Se trata de una manera de organizar, planificar y establecer periodos, metas y acciones que alimenten positivamente tu salud, bienestar y desarrollo, en este caso como “freelancer”.
No necesariamente las técnicas de autocuidado que utilice un “freelancer” serán muy distanciadas de las que use una persona que tiene un empleo regular. Sin embargo, existen algunas peculiaridades que debemos destacar cuando se trata de la #VidaFreelance.
Con esto en mente, estableceremos algunos consejos para el autocuidado cuando se es “freelance”:
#1 Planifica tus días en una agenda.
Valorar el tiempo es una de las herramientas y técnicas de autocuidado más importantes se trabaje o no de manera independiente. Desde el lado “freelance”, establecer una agenda con periodos de tiempo para todo (o casi todo), ayudará a no cargar demasiado tus días y tener periodos de alimentación y ejercicios.
Una agenda en papel o digital puede ayudarte a poner este consejo en práctica. Si prefieres que sea más tecnológico, utiliza el calendario de tu celular y establece las reuniones que tengas en la agenda. Planificar con una agenda te ayudará a llevar un monitoreo de tus actividades diarias y saber cuánto tiempo le dedicas a cada cliente o evento. Una técnica que utilizo es asignar un color a cada cliente para saber a simple vista cuándo me corresponde trabajar con él o ella.
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#2 Separa tiempo para dedicártelo.
Aprendí de una gran amiga a separar en calendario mis horas de ejercicios y almuerzo escribiéndolo en mi agenda. Esto me ayuda, en la mayoría de los casos, a hacer una pausa y darle espacio a la mente y al cuerpo para recargar energías. Mi amiga me decía que separaba una hora todos los días, en su caso a las 8:00 a.m., para hacer su clase de yoga. Eso la ayudaba a dedicarse tiempo y empezar hasta con un mejor ánimo su rutina laboral.
Esta técnica no solo contempla el uso de tiempo autodedicado para comer o hacer ejercicios. Se puede tratar de meditar, leer, compartir en familia, mirar las redes sociales, ver un episodio de una serie, hacerse una rutina de belleza, en fin, algo que te encanta hacer o que tu cuerpo requiere para desconectar y recargar.
Si eres de las personas que funciona mejor con alarmas, puedes colocar una para comer, merendar, pararte del escritorio, dejar de ver la pantalla de la computadora y hasta tomar agua.
#3 Establece un “to-do list”
Ya sea en formato digital o en papel, establecer una lista de cosas por hacer o “to-do list”, funciona para organizar las tareas vigentes. De esta manera, se organiza, no se olvida y se establece prioridad a los asuntos dependiendo de su relevancia o fecha límite.
Aunque me encanta la tecnología, no encuentro algo más satisfactorio que tachar una de mis tareas una vez la complete así que, en muchas ocasiones, puedo contar con un papel o libreta que detalle qué tengo que hacer por cliente. Muchas veces también recurro a Google Keep para llevar una lista de cosas que necesite comprar o lugares que quiera visitar. También debe decidirse si se quiere hacer una lista por semana, día, mes o cliente. Todo depende de las preferencias de cada persona.
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#4 Crea una rutina.
Este punto puede no funcionarle a todo el mundo pues las realidades son distintas. Sin embargo, crear una rutina diaria o semanal ayuda a organizar la #VidaFreelance. Ya sea en el aspecto laboral o personal, la experiencia de tener una rutina ayuda a dedicar cierta cantidad de horas al trabajo, al propio ser y a la planificación.
Un buen ejemplo es preparar la comida de la semana los domingos, hacer una lista de pendientes los lunes, salir con las amistades los viernes en la noche y tener un plan de trabajo en un periodo de tiempo definido. Puedes decidir que tus mensajes vía correo electrónico se responderán en horario de oficina o que te tomarás una pausa de revisarlos durante el fin de semana. Esto también ayudará a tener tiempo para otras tareas personales o cotidianas de la casa o la familia.
Esta rutina puede comenzar por tener unos 15 minutos de meditación al despertar o una caminata en exteriores de 30 minutos, la idea es hacer de esa práctica un hábito que te proteja o ayude en tu #VidaFreelance.
#5 Reconoce qué puedes o no hacer.
Hay momentos en los que “no” es la respuesta. Si reconoces que no puedes hacer algo porque tu carga laboral en ese momento no te lo permite, te estás cuidando. Tomar la decisión puede ser duro, pero entender qué se puede hacer y qué no ayuda a cuidarte de estrés, urgencias y caos mentales que pudieron evitarse. Te queremos bien.
#6 Incentiva tu creatividad.
Lee, ve películas y series, escucha música, viaja, crece. Exponerte a diferentes espacios y oportunidades te ayudará a incentivar tu creatividad y eso también es cuidarse y es evolucionar personal y profesionalmente. Una buena idea es tener un insumo creativo o artístico semanal. Otra alternativa es evaluar qué estás siguiendo en tus redes sociales y en qué aporta a tu desarrollo como persona. Inserta creatividad en tus consumos y enriquece tu potencial. Inspírate.
#7 Duerme.
¿Recuerdan que les dije que hay que poner en agenda las pausas? Esta es la más importante. Dormir te ayudará a recargar energías, darle un abrazo de descanso a tu cuerpo y reponerte para los nuevos retos que te trae la #VidaFreelance. Descansa. Súmate cariño. Te lo mereces.
Estos son solo algunos de los consejos que pueden ofrecerse sobre el autocuidado y cómo insertarlo en tu vida profesional.
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