Trasladar los esfuerzos de enseñanza a la virtualidad a raíz de los protocolos de salud establecidos por la pandemia, ha representado un sinnúmero de retos, pero también de oportunidades.
A un año del cierre presencial de las universidades, repaso algunos retos y oportunidades de educar a través de la computadora.
#1 Empatía.
Reconocer que no todo el mundo tiene los mismos accesos a la tecnología es base.
#2 Creatividad.
Explorar nuevas formas de enseñar representa un ejercicio mental intenso, pero que, en mi caso, puede resultar hasta divertido.
#3 Respeto.
Escuchar al resto del grupo, atender a clase; separar ese espacio tanto para enseñar como para aprender.
#4 Paciencia.
Aprender que los procesos toman su tiempo y que las urgencias, en muchas ocasiones, nos las imponemos.
#5 Independencia.
Manejar efectivamente el tiempo tanto para enseñar como para aprender.
#6 Apertura.
Abrirse a conocer nuevas maneras de enseñar y aprender y no limitarse.
#7 Innovación.
Interactuar con nuevas tecnologías en diferentes contextos de una manera honesta, genuina, curiosa y proactiva.
#8 Colaboración.
Abrir la puerta a que colegas y estudiantes puedan compartir sus ideas; crecer conociendo a otras personas e instituciones.
#9 Curiosidad.
Preguntarse cómo lo estás haciendo, hacerle el cuestionamiento a las personas que están recibiendo la enseñanza; aprender de estudiantes y otros espacios creativos y colaborativos.
#10 Solidaridad.
Dar una mano a quienes necesiten ayuda, compartir preocupaciones y ofrecer ejemplos que fortalezcan la experiencia.
¡Un abrazo solidario, colegas!